Cambios en mando policial matizan semana en Bolivia

La Paz, 29 nov (Prensa Latina) En la semana que concluye, el presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, juramentó en la sede del Palacio Gubernamental (Quemado), en La Paz, al nuevo Alto Mando Policial, encabezado por el general Mirko Sokol Saravia.

Además del nuevo comandante general, Paz dirigió la toma de posesión del subcomandante general y jefe de Estado Mayor Interino, Juan Peña Rojas; así como del inspector general interino, general primero Günther Agudo Mendoza.

Durante el acto, el mandatario prometió el respaldo gubernamental a una “Policía profesional, no política”.

Por su parte, en sus palabras al asumir el mando, Sokol advirtió que “a partir de ahora, ningún efectivo podrá cobrar ni un solo centavo a ningún ciudadano o policía, bajo ningún concepto”.

Esta instrucción, según anticipó, marca el inicio de un plan de reestructuración institucional que será aplicado en tres fases, orientado a combatir la corrupción interna, enfrentar el crimen organizado y despolitizar los ascensos dentro de la institución verde olivo.

A mediados del noviembre, el vicepresidente del Estado y capitán de ese cuerpo armado, Edman Lara, conmocionó a los bolivianos al denunciar una crisis estructural marcada por la corrupción y el abuso de poder imperante en la Policía Nacional.

Entrevistado por la cadena RTP, aseguró que “el Alto Mando ha secuestrado la institución, estableciendo un sistema de extorsión interna y castigo a los efectivos que se niegan a participar en prácticas ilegales”.

Lara afirmó que el policía que no entrega la renta o no extorsiona es castigado y trasladado a lugares lejanos, por lo que eso debe terminar.

En referencia a los más altos cargos del cuerpo armado, informó que cobran hasta cinco mil dólares por destinar en Santa Cruz (principal centro económico de Bolivia) a un efectivo, por lo cual resulta imprescindible una reestructuración profunda de la institución.

Durante la entrevista en el espacio No Mentirás, el vicemandatario opinó que la corrupción dentro de la entidad no solo deteriora la confianza ciudadana, sino que también abre las puertas a la criminalidad.

Según Lara, el Gobierno del presidente Rodrigo Paz está decidido a “romper con la estructura corrupta” mediante una reforma integral que alcance desde los altos mandos hasta los mecanismos de control interno.

“Le pese a quien le pese, vamos a limpiar la institución. No se trata de atacar a la Policía, sino de salvarla de quienes la han convertido en un instrumento de extorsión. Tendremos mano dura contra los corruptos”, reiteró al pedir respaldo a la ciudadanía.

Del lado contrario, el hasta este viernes comandante general de la Policía Boliviana, Augusto Russo, defendió su trayectoria institucional y negó tener procesos judiciales pendientes, como anunció Lara con la advertencia de que tendría que dejar de ser comandante.

“No tengo ningún proceso pendiente. La justicia ya dio por cumplida la resolución constitucional que se mencionó. Todo fue aclarado y notificado oficialmente”, reiteró.

Explicó el jerarca policial que el proceso en cuestión correspondía a una apelación administrativa de un oficial que buscaba acceder a un curso de ascenso y que fue resuelta conforme al reglamento.

Agregó que su nombramiento fue realizado mediante decreto supremo, por lo que su eventual relevo era una atribución exclusiva del presidente Paz, quien este viernes lo sustituyó.

rc/jpm

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