Mediante un video, el exgobernante –que condujo los destinos del país desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 30 de septiembre de 2024-, recordó que entregó la banda presidencial el 1 de octubre del año pasado a la actual jefa del Ejecutivo, a quien calificó de extraordinaria.
“Ella es la que conduce y lo está haciendo muy bien. No hay que dividirnos, hay que estar muy juntos, unidos”, afirmó al enfatizar que la nación tuvo la enorme dicha de que quien lo sustituyó en la Presidencia “es una mujer excepcional y continúa la transformación”.
Desde su casa en Palenque, en el sureño estado de Chiapas, López Obrador apuntó que decidió estar en ese inmueble heredado de sus padres e iniciar una vida nueva tras su retiro de la práctica política.
“No es una simulación. Estoy jubilado”, subrayó el exmandatario, al referir que solo regresaría a las calles si atentaran contra la democracia, para defender a Sheinbaum si hubiera intento de golpes de Estado o si la acosan, y para defender la soberanía de México.
Comentó lo difícil que pudo ser cortar de tajo toda su actividad pública luego de cerca de 50 años de lucha y rememoró momentos como cuando dirigió en 1977 el Instituto Nacional Indigenista en Tabasco, donde aprendió a trabajar -sostuvo- para la gente humilde.
“Así comencé y así terminé, porque concluí mi mandato como Presidente y logré junto con millones de mexicanos (…), logramos el inicio de una transformación, llevamos a la práctica el ideal de que ‘Por el bien de todos, primero los pobres’. ¿Cómo no voy a estar contento?”, expresó.
Señaló que durante su administración, a pesar de la pandemia de Covid-19 en todo el mundo, salieron de la pobreza 13 millones 400 mil ciudadanos, lo cual jamás se había logrado en ningún sexenio, y catalogó el hecho como un gran orgullo.
Además de que la población en estado de pobreza bajó de 42 a 29 por ciento, también se redujo la desigualdad, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía e, incluso, de organismos internacionales como el Banco Mundial.
“Imagínense cerrar un ciclo así, logrando ese ideal que se convirtió en realidad. Por eso decidí ya retirarme. No sentirme insustituible, porque ese es el otro problema: actuar como cacique, caudillo, jefe máximo, ‘poder tras el trono’. ¡No! Hay que hacer valer la democracia”, manifestó.
Destacó el humanismo mexicano, el cual distingue al movimiento que encabezó y se basa en dos pilares, uno de los cuales resulta la grandeza de las civilizaciones que florecieron en México, de ahí que el volumen presentado este domingo se llame Grandeza.
Como parte de su quehacer vinculado a la teoría, adelantó que el próximo título, a publicarse en 2026, será Gloria y se relaciona con el segundo pilar: la fecunda historia política de la nación.
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