En un informe previo, el equipo de especialistas notificó también que permanecen desaparecidas alrededor de 200 personas y contabilizó 234 mil 503 familias afectadas en medio de daños generalizados en todo el país.

La víspera, el presidente Anura Kumara Dissanaye calificó la situación como el desastre natural más grande y desafiante de la historia.

Confirmó que la tormenta causó graves daños a infraestructuras esenciales y que el Gobierno organizó tareas operativas en todos los sectores para restablecer de manera rápida y de forma eficiente servicios gravemente afectados como el eléctrico, el agua y las comunicaciones.

Carreteras, puentes y escuelas requieren reparaciones integrales y ya hemos desarrollado un plan para restablecer estas infraestructuras esenciales, dijo.

El mandatario aseguró que se trabaja estrechamente con instituciones clave como la Junta de Electricidad de Ceilán, la Junta de Abastecimiento de Agua y Drenaje, así como con las agencias de comunicación y la Autoridad de Desarrollo Vial, proporcionando el apoyo y la coordinación necesarios.

Precisó que la próxima tarea de su Gobierno es transformar al país en un Estado mejor y con ese fin está en proceso de establecer un Fondo para reunir los recursos necesarios para la reconstrucción, supervisado para formar un comité de gestión entre los ministerios de Asuntos Exteriores y de Finanzas, así como la Secretaría Presidencial.

También habló de la cooperación internacional para la asistencia con países amigos, organizaciones internacionales y empresarios e industriales nacionales, y destacó el esfuerzo y apoyo de los ciudadanos de Sri Lanka que viven en el extranjero.

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