«Sé que esto ha sucedido: ataques a petroleros en aguas neutrales, o incluso no neutrales, en la zona económica especial de otro estado, un tercer estado. Esto es piratería, nada menos», afirmó el mandatario a la prensa.
Putin prometió que Rusia estudiaría «la posibilidad de tomar medidas de represalia contra buques de los países que asisten a Ucrania en estas operaciones y actividades de piratería». El presidente también sostuvo que «la opción más radical es aislar a Ucrania del mar» Negro.
El 28 de noviembre, según varios medios, Ucrania atacó con drones navales al petrolero Kairos a 28 millas del litoral turco produciéndose un incendio. La embarcación con las bodegas vacías navegaba al puerto ruso de Novorossiysk.
Los servicios de emergencia turcos rescataron a los 25 tripulantes del barco. Horas después fue atacado el petrolero Virat con 20 tripulantes en el mar Negro a 35 millas de las costas turcas.
El 29 de noviembre, Ucrania atacó con drones navales infraestructuras del Consorcio del Oleoducto del Caspio (COC, por sus siglas en inglés) en el mar Negro, situadas en el territorio ruso.
COC es una empresa multinacional en la que colaboran la compañía rusa Transneft (24 por ciento), la petrolera kazaja KazMunayGas (19), la empresa estadounidense Chevron (15), la rusa Lukoil (12,5), la estadounidense Mobil (7,5), la rusa-neerlandesa Rosneft-Shell (7,5), la italiana Eni (dos por ciento), entre otras.
El oleoducto de COC de mil 500 kilómetros conecta el gigantesco campo petrolífero de Tengiz, en Kazajstán con la terminal petrolera de rusa de Novorossiysk, en el mar Negro.
Con una capacidad para transportar 83 millones de toneladas de crudo anuales, el oleoducto de COC es la mayor ruta de exportación del petróleo kazajo a los mercados mundiales.
La Organización de las Naciones Unidas condenó los ataques ucranianos en el mar Negro contra los barcos mercantes y las infraestructuras civiles, enfatizando que son contrarios al derecho internacional.
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