Según publicó el Frente Nacional Antiminero en su cuenta de X, representantes de la empresa llegaron acompañados de un fuerte contingente de uniformados.
El Frente señaló que “el conflicto minero provocado por la invasión de esta transnacional a un territorio mega productivo vuelve a reactivarse”, y afirmó que el país vive “una dictadura minera donde las élites, incluida la familia del presidente (Daniel) Noboa, tienen intereses económicos”.
La comunidad rechaza la explotación minera a cielo abierto en el cerro El Domo, en el centro del país, y al tránsito de camiones, pues afirman que eso provoca contaminación ambiental, daños en caminos y riesgos para la salud y la seguridad de las familias del sector.

Ese poblado de Ecuador ha sido escenario de enfrentamientos entre sus habitantes y autoridades que impulsan el extractivismo.
Activistas y defensores de la naturaleza de ese territorio han sido criminalizados, ya sea con sentencias de prisión, procesos abiertos o amenazas legales.
Expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recomendaron desde el año pasado a las autoridades ecuatorianas garantizar las consultas ambientales en proyectos mineros, cumpliendo con las normas de Derechos Humanos.
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