La celebración, encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel este martes, reafirmó la confianza mutua, hermandad y solidaridad entre los pueblos de ambos países, sus partidos y gobiernos, y destacó la entrañable relación existente, informó la Presidencia cubana.

De acuerdo con la fuente, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, recordó las numerosas ocasiones en las que el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, resaltó la proeza del pueblo lao, que sufrió la agresión estadounidense durante los años de invasión a Indochina en las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo.
Afirmó que Cuba siempre recordará las atrocidades cometidas por el ejército de los Estados Unidos, que bombardeó sin piedad a la población lao, y las largas filas de mujeres, niños, ancianos en busca de cuevas como refugio.

Cuevas —señaló— donde también llegó la solidaridad de Cuba con la heroína del Moncada Melba Hernández, quien convivió en aquellas circunstancias, las mismas que encontró la pequeña brigada médica cubana que calmó el dolor de aquel insigne pueblo mientras el Ejército Popular seguía la marcha indetenible hacia la victoria.
Por su parte, el embajador de la República Democrática Popular Lao en Cuba, Vanhtha Sengmeuang, agradeció la conmemoración de la efeméride y recordó que el pueblo lao es una nación con una historia de nacimiento, estabilidad y desarrollo en el Sudeste Asiático, en el corazón de la península de Indochina, inscrita en la historia durante miles de años.
Recordó que medio siglo atrás, Laos cayó bajo el dominio de colonialistas e imperialistas, y todos los grupos étnicos fueron brutalmente oprimidos y explotados, privados de libertad y derechos fundamentales, lo que exacerbó una lucha de masas que se extendió por todo el país.
Las fuerzas revolucionarias laosianas —rememoró— se fortalecieron cada vez más hasta lograr la victoria definitiva el 2 de diciembre de 1975, cuando el Congreso Nacional del Partido Popular Revolucionario Lao declaró la abolición total del régimen feudal-capitalista.
Sengmeuang afirmó que su nación aprecia altamente la inestimable ayuda de Cuba en la lucha de liberación nacional en varios aspectos, especialmente el envío de expertos médicos para ayudar en el bastión revolucionario del distrito de Viengsay, provincia de Houaphanh.
También destacó la ayuda en la capacitación recursos humanos, proporcionando becas para que estudiantes laosianos, y la colaboración para enseñar español en la Universidad Nacional, así como la contribución en materia deportiva.
Nuestras relaciones —expresó— están basadas en los ideales socialistas y la larga tradición de cooperación entre los dos partidos, Estados y pueblos, que ha sido un claro ejemplo de continuo fomento, crecimiento y florecimiento.
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