El candidato neoliberal Rafael Belaúnde declaró en conferencia que “la vida continua” y que más expuestos que los miles de candidatos a las elecciones generales de abril de 2026, están los choferes del transporte colectivo, los bodegueros y otros peruanos que sufren de la extorsión masiva y de su correlato de asesinatos.
Belaúnde, uno de muchos candidatos presidenciales y que no ocupa posiciones destacadas en las encuestas, dijo también que no pedirá nignuna proteccion especial de la Policía, pero sí tomará medidas privadas de seguridad.
El empresario salió ileso ayer del ataque pese a que su automóvil, al que repelió con su arma, en la localidad sureña a la que suele visitar para supervisar un proyecto de su empresa inmobiliaria.
“¿Cómo el gobierno piensa garantizar seguridad a tantos candidatos presidenciales y congresales?”, fue la alerta que dio el ex ministro del Interior, Gino Costa, quien pertenece al equipo que secunda a Belaúnde.
Señaló que la Policía debe proteger a más de diez mil candidatos a la Presidencia, a dos vicepresidentes y a las cámaras de Diputados y Senadores, pero carece de suficientes policías para hacerlo.
De otro lado, el ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), Danilo Guevara, dijo que tal situación exige reforzar la protección a los candidatos de mayor relieve y pidió apelar en una primera etapa a servicios privados de seguridad financiados por el Estado.
También sugirió que los partidos, que reciben fondos del Estado en proporción a la votación recibida en comicios previos, usen esos fondos en contratar servicios privados de protección.
Guevara señaló que el ataque a Belaúnde no puede considerarse desligado a su condición de candidato presidencial, aunque el entorno de este desestima que el atentado tenga motivos políticos.
El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Roberto Burneo, acotó que el Estado debe garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, sin privilegiar a un sector y ratificó su preocupación por el contexto del proceso electoral, de una ola de extorsiones y otras modalidades criminales.
La Policía casi ha descartado la hipótesis de la extorsión pero, según trascendió, analiza la posibilidad de que los sicarios que actuaron contra el político neoliberal provengan además de los traficantes de tierras, cuyos intreses afectaría la labor empresarial de Belaúnde en Cerro Azul.
El analista en temas de narcotráfico Jaime Antezana declaró que no debe descartarse la posibilidad de que el atentado tenga como objetivo promover la imagen de Belaúnde, quien considera que lo sucedido fue obra de delincuentes comunes.
Entretanto, sigue en investigación un crimen de mayor gravedad ocurrido el fin de semana último: el asesinato a balazos por sicarios del candidato progresista a diputado Percy Ipanaqué, cuya organización exige una profunda investigación.
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