Según fuentes oficiales, durante su estancia en Damasco los delegados sostendrán reuniones con las principales autoridades del Estado, representantes de la sociedad civil y los comités que investigan los sucesos de violencia sectaria registrados en la región costera y en la provincia sureña de Sweida.
Asimismo, está previsto un encuentro con la enviada especial adjunta del Secretario General de la ONU para Siria, Najat Rochdi.
A su llegada a la capital, los miembros del Consejo de Seguridad inspeccionaron el barrio capitalino de Jobar, una de las zonas más afectadas por la guerra.

La delegación también recorrió varios sitios patrimoniales en la ciudad vieja, acompañada por el representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Ibrahim Alabi.
El Consejo de Seguridad, principal órgano de las Naciones Unidas encargado del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, está integrado por 15 países: cinco miembros permanentes —Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia y China— y 10 no permanentes, elegidos por períodos de dos años.
Actualmente, estos últimos son Sierra Leona, Corea del Sur, Panamá, Pakistán, Guyana, Grecia, Argelia, Eslovenia, Dinamarca y Somalia.
La presencia de la delegación en Siria se perfila como un paso significativo en la cooperación directa entre el organismo internacional y las instituciones nacionales, en un contexto marcado por los esfuerzos de reconstrucción y estabilización del país.
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