Aunque consideró que su país mantiene una de las mejores posiciones frente al resto del mundo con respecto a los aranceles aplicados por la nación norteña en el nivel global, la mandataria refirió que su gobierno busca seguir trabajando en automóviles, acero y aluminio, sobre los cuales pesan tarifas.

“Ya culminamos con el tema de la revisión de 54 barreras no arancelarias que se le pusieron. Eso ya terminó y tenemos que seguir avanzando. La idea es platicar un poco de esto con el presidente Trump. Va a ser una reunión muy breve, pero el objetivo es ver cómo seguimos trabajando juntos”, dijo.

Por otra parte, mencionó que el sorteo del Mundial de Fútbol, que se celebrará este viernes en Washington, resulta un buen momento para que estén juntos los mandatarios de las tres naciones, integrantes del tratado comercial de Norteamérica (T-MEC).

“El T-MEC es muy importante para los tres países y además es la garantía de la competitividad de esta región del mundo frente al mundo entero”, subrayó la dignataria, quien expuso su objetivo de ampliarlo hacia el sur del continente, de modo que la región compita con otras del orbe.

A su juicio, la fortaleza económica de América del Norte resulta muy importante en estos momentos.

“Es lo que me mueve a ir: estar los tres países juntos en un escenario deportivo, de paz, de unión y al mismo tiempo tener la oportunidad de conocer en persona al presidente Trump y poder acordar hacia dónde continua el proceso de acuerdos relacionados con el comercio”, recalcó.

En su opinión, la integración económica del área es enorme y, particularmente, la de México y Estados Unidos.

“Separar esa integración le causa muchos problemas a Estados Unidos y también a México. Entonces, mantenernos juntos es muy importante para la región, nuestros pueblos y nuestras naciones”, enfatizó la jefe de Estado, luego de comentarios de Trump sobre dejar expirar el acuerdo. arc/las