Lourenço, quien estuvo presente en la ratificación de ese instrumento por los respectivos jefes congoleño y ruandés de Estado, Félix Tshisekedi, y Paul Kagame, este jueves en Washington, Estados Unidos, subrayó que el fin de las confrontaciones favorecerá el desarrollo.
“Es un conflicto que dura más de tres décadas, un conflicto entre hermanos, entre países vecinos y hermanos”, remarcó Lourenço, que refirió las terribles consecuencias que acarreó la guerra a las poblaciones de ambos países y las economías nacionales.
“Esta es una de las regiones más ricas del mundo, rica en recursos hídricos, tierras arables, bosques, recursos minerales que están en el subsuelo, pero sobre todo rico por sus personas, con un potencial muy grande para desarrollar la región y que puede catapultar al desarrollo de otras regiones del continente”, añadió.
Significó que el mundo atraviesa una crisis energética y alimentaria en la cual África, y en particular esta región de los Grandes Lagos, tiene potencial para contribuir a su solución, no sólo para el continente, sino para el mundo.
No obstante, nada de eso será posible si continúa el conflicto, enfatizó el presidente angoleño que manifestó satisfacción por la firma del acuerdo, un hecho que pudiera poner fin a esta situación.
Comentó que Angola, como mediadora, al igual que Kenya y otros países, intentaron hacer su parte para terminar con las diferencias y traer la paz, pero no fue posible en su momento.
Agradeció al presidente estadounidense, Donald Trump, por haber dado continuidad a los trabajos que habían realizado las naciones africanas y por haber conseguido estos resultados, con los cuales “todos nosotros vamos a ganar”, destacó.
El mandatario exhortó a Ruanda y RDC a hacer la parte que les corresponde para la implementación con éxito de este acuerdo, que es lo más difícil, insistió, pues implica la puesta en práctica en tiempo útil de todo aquello que se acordó y firmó.
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