El evento tuvo lugar en Kuriftu Africa Village en el marco de las celebraciones del «Mes de Etiopía» con la presencia de embajadores, subjefes de misión, ministros, representantes de organizaciones internacionales y diversas partes interesadas.

Al inaugurar la actividad, el canciller etíope, Gedion Timothewos, destacó la importancia de la diplomacia cultural para fortalecer las relaciones más allá de los ámbitos formales.

«La diplomacia cultural nos permite conectarnos más allá de las salas de conferencias», al señalar que los vínculos interpersonales enriquecen la práctica de las relaciones entre Estados por la vía tradicional.

Señaló que estos encuentros crean vínculos significativos fuera de las reuniones oficiales y reflejan la calidez y la humanidad que sustentan los nexos internacionales.

Subrayó el papel histórico de Etiopía en la fundación de las Naciones Unidas y reafirmó el compromiso del país con un sistema multilateral sólido e inclusivo.

«Etiopía se enorgullece de su papel como miembro fundador y mantiene su firme compromiso con un sistema multilateral basado en la Carta de las Naciones Unidas», añadió.

De igual manera, resaltó el creciente papel de África en la ONU, especialmente en la diplomacia climática, el mantenimiento de la paz sostenible y el desarrollo. Enfatizó que Addis Abeba mantiene su compromiso de impulsar reformas que construyan un orden global más representativo.

Por su parte, el coordinador residente y humanitario de Naciones Unidas, Aboubacar Kampo, rindió homenaje a esta histórica relación.

Kampo describió al organismo multilateral como «un audaz experimento de paz» nacido de las cenizas de una guerra mundial, y afirmó que Etiopía ha sido fundamental en ese camino desde el principio.

“Hace ochenta años, tras una devastadora guerra mundial, las naciones del mundo se unieron para crear un audaz experimento de paz: las Naciones Unidas. Se construyó sobre una convicción simple pero poderosa: que la cooperación es más fuerte que el conflicto y que la dignidad humana es más fuerte que la división”, señaló.

A su juicio, la colaboración de Etiopía es un legado vivo reflejado en sus primeras contribuciones a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, su liderazgo en la lucha global contra el colonialismo y su perdurable influencia en el avance del multilateralismo y la unidad africana.

La velada contó con música y danzas tradicionales, así como gastronomía etíope, creando un ambiente que mezcló cultura con diplomacia.

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