“Todo comienza por las lágrimas, los miedos, las pesadillas o los comportamientos inhabituales (…) hasta el día en que una información revela que esos cambios son consecuencias de la violencia física, moral o sexual”, denunció el grupo fundado el mes pasado en una carta dirigida al mandatario.
De acuerdo con el texto, los familiares de los alumnos se sienten desamparados ante la situación imperante, y los niños tienen que regresar a clases como si nada ocurriese, fruto de la incomprensión institucional.
¿Cómo imaginar que podemos mandar a nuestros hijos a la escuela con plena confianza? o ¿Cómo aceptar que frente a señales de alerta no se actúe?, preguntaron.
“#MeTooÉcole” instó a Macron a reaccionar con un protocolo eficiente y el coraje institucional para lidiar con un escenario que calificó de bien documentado en la última década.
Usted tiene los medios para cambiar las cosas, subrayó el colectivo, que propuso acciones como la protección de los alumnos y de las personas que denuncian la violencia en el sistema educativo.
mem/wmr





