En una entrevista con la televisora Al Jazeera, en Doha, Qatar, el ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Badr Abdelatty, denunció las “violaciones israelíes cotidianas” en el enclave costero, pese a la tregua vigente desde el 10 de octubre.
Al evaluar los resultados del cese de los combates, el jefe de la diplomacia egipcia describió la situación como mixta, porque si bien se efectuó un intercambio de prisioneros entre Hamas e Israel, el Ejército continuó sus incursiones.
El canciller destacó la importancia de la segunda fase del acuerdo en Gaza, aún por definir.
Esa etapa está relacionada con “la retirada israelí de la Franja de Gaza” y el despliegue de una fuerza internacional de estabilización, afirmó el funcionario.
También cuestionó “los mensajes erróneos (que) naturalmente no reflejan la realidad, al referirse a los planes del gobierno de Benjamin Netanyahu de reabrir en una sola dirección el cruce fronterizo de Rafah.
La pasada semana, ocho países musulmanes, incluido Egipto, rechazaron la propuesta, que consideraron un proyecto para expulsar a los palestinos de su tierra.
Abdelatty afirmó que el cruce funciona las 24 horas del día en el lado egipcio para facilitar la entrada de ayuda a Gaza y el regreso de los palestinos.
Cualquier plan de desplazamiento es una línea roja que hemos anunciado más de una vez que no aceptaremos, recalcó.
Además, enfatizó la obligación legal de Israel de abrir los cinco cruces que lo conectan con Gaza y aclaró que el mandato de la fuerza debe centrarse en “mantener la paz, no imponer la paz”.
El ministro estimó que la responsabilidad de la seguridad y la aplicación de la ley dentro de Gaza debe recaer exclusivamente en la Autoridad Nacional Palestina y en su fuerza policial.
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