“Son nuestros hijos los que han sido asesinados, y a veces uno siente que es injusto que otros que no han puesto la cuota que nosotros hemos puesto en esta guerra, sigan diciendo, exigiendo y teniendo la posibilidad de calificar lo que nosotros hemos hecho”, afirmó la embajadora, Elízabeth García, con lágrimas en los ojos.
Señaló hacia la galería en la terraza de la sede diplomática con las fotografías y la información acerca de las circunstancias en que fueron asesinados esos agentes en cumplimiento de su deber, jóvenes en su inmensa mayoría, y lamentó que esos hechos hayan ocurrido.
“Cada una de esas personas que están aquí, en esos carteles -enfatizó la diplomática-, que no tendrían razón de ser, pues dejaron de existir físicamente con edades de 19 y hasta 22 años, todos ellos, merecen ser reconocidos, porque ese es el rostro de la policía colombiana”.
Por su parte, la agregada policial de Colombia en Bolivia, coronela Andrea Carolina Cáceres, resaltó la importancia de los 134 años de la creación de la Policía Nacional de Colombia, el 5 de noviembre de 1891.
“Rendimos homenaje a una institución de 183 mil miembros, que ha acompañado la historia de Colombia con valentía, sacrificio y un compromiso inquebrantable con la seguridad, la convivencia y la paz de nuestro país”, sostuvo ante altos cargos de la Policía Boliviana, embajadores, agregados policiales y militares, así como una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado.
Indicó que la ocasión también es propicia para proyectar el futuro y reconocer el presente, en que ese cuerpo colombiano del orden se moderniza, se transforma y alinea con principios democráticos que guían su actuar.
Describió que esos valores en la actualidad son la protección de la vida, el respeto a los derechos humanos y el servicio ciudadano.
Reiteró el homenaje con respeto profundo a los 94 policías, “hombres y mujeres”, caídos en Colombia durante el año en curso, víctimas de la criminalidad que aún azota al país.
“La memoria de nuestros héroes fortalece la convicción de seguir sirviendo con más firmeza, más humanidad y más esperanza, acompañando a sus familias en un abrazo eterno, y con la promesa de no olvidar jamás su sacrificio”, dijo.
En representación de la Policía Boliviana, usó de la palabra el director nacional de Planeamiento y Operaciones, coronel Germán Mario Arciniega, quien ofreció disculpas en nombre del comandante en jefe de ese cuerpo, Mirko Sokol, imposibilitado de asistir a este acto.
Arciniega resaltó la fortaleza moral y profesional de la Policía Colombiana e hizo énfasis en la sólida hermandad entre ambas instituciones.
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