El largometraje de 2024, ópera prima del realizador Alberto Gieco, compite por el Premio Coral en ese apartado en la edición 46 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Su director, en diálogo exclusivo con Prensa Latina, adelantó que la obra cinematográfica trata de “una joven que sufre abuso sexual; a partir de ahí inicia un recorrido en busca del padre biológico”.
En su opinión, la cinta revela “la falta de apoyo de las instituciones, del mundo de los adultos”; en tanto su motivación para emprender este proyecto parte de que “en este instante en Argentina y en Latinoamérica esa situación es muy fuerte y grave, pues sucede constantemente en la sociedad”.
Añadió que los problemas de abuso intrafamiliar son ocultados por la familia y la sociedad; “por ello es una película necesaria, la cual trae el problema a nuestros días”. El largometraje presenta a un personaje femenino, joven, que se empodera a lo largo de la trayectoria y -pese a las complejas circunstancias- va en busca de un camino hacia el futuro, explicó.
Con orgullo el cineasta afirmó a esta agencia de noticias: Está hecha en Santa Fe, Argentina, la ciudad de Fernando Birri, quien fue nuestro gran maestro.
Al preguntarle sobre la tendencia en Argentina de trasladar a la pantalla la realidad del país, expresó: Casi la mayoría del cine argentino actual presenta diferentes situaciones o los resabios de la dictadura; y sí, me interesó mucho este caso real.
-¿Qué opinión le merece esta fiesta del séptimo arte en la región?
-Es maravilloso convivir con todas estas personas, cineastas y actores de diferentes países latinoamericanos, porque estamos todos en la misma búsqueda: hacer cine en situaciones difíciles, tratar problemas importantes para la sociedad y emocionar a la audiencia.
-¿Qué espera le devuelva el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana?
– Estar acá es un privilegio y uno de los sueños que siempre tuve fue venir a Cuba y al festival. No sé quién ganará el Coral, pero participar ya es un honor y una gran emoción.
En pocas horas se conocerán los privilegiados con el Coral en las diferentes categorías del evento; tal vez uno de ellos sea El infierno de los vivos.
Hasta entonces, queda la certeza de que las películas argentinas, por lo general extraordinarias, suelen retornar a casa con las manos repletas.
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