En la presentación de su informe, a propósito de la 51° Reunión Preparatoria del Consejo Latinoamericano, el embajador significó que el SELA actuó como plataforma de diálogo en la región, “asegurando que las necesidades diversas de cada uno de los Estados miembros estén representadas”.

Una nota de prensa subrayó que el organismo se concentró en traducir el mandato de los países en proyectos concretos que “impulsen la integración económica, social y humana en América Latina y el Caribe”.

El Embajador destacó que el SELA priorizó la “acción rápida y estratégica” para fortalecer tres ejes fundamentales referidos a la Articulación Regional, la Cooperación Tangible y Visión Estratégica, pilares que orientan la acción del organismo para generar resultados concretos y sostenibles, sostuvo.

Al comentar sobre la Cooperación Tangible, encomió las iniciativas desarrolladas para la interacción económica y social, que transforman los acuerdos en «beneficios directos para los ciudadanos, en busca de la eficiencia y transparencia en cada uno de los programas”.

David consideró la visión estratégica del SELA como “interlocutor clave, y promotor de las propuestas de políticas públicas, tanto intrarregional como en el contexto global”, para que la región avance de forma fuerte y coherente.

Puntualizó que cada esfuerzo fue dirigido a generar valor real para el ciudadano latinoamericano y caribeño.

A juicio del Secretario Permanente, la integración “no es un destino, sino un acto diario de voluntad política y solidaridad humana”, y estimó que el SELA avanza en la consolidación como referente regional en la búsqueda de soluciones a través de la cooperación”.

“Cerramos el 2025 con la firme convicción de que solo juntos podemos construir la prosperidad que nuestros pueblos merecen”, enfatizó.

El coordinador de Desarrollo Social del SELA, Gustavo Herrera, y el asesor de la Secretaría Permanente del organismo, Ricardo Michel, presentaron en el encuentro preparatorio el Programa de Trabajo 2026-2029, que está enfocado en la recuperación económica, digitalización e infraestructura y desarrollo social.

Explicaron que estos objetivos están alineadas a la Agenda 2030 y mantienen, de manera firme, el mandato de los Estados miembros para “impulsar la construcción de una región más próspera, competitiva e inclusiva”.

En el contexto de sus 50 años, el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe consideró como labor imprescindible trabajar por la integración de la región, a través de la cooperación intrarregional, para avanzar hacia la recuperación económica y el desarrollo de los pueblos de América Latina y el Caribe.

ro/jcd