Según el analista político Pedro Venceslau, de la televisora CNN Brasil, si hay modificaciones al texto que se debatirá en el Senado, en comparación con lo aprobado en la Cámara de Diputados, la recomendación de personas cercanas al Ejecutivo resulta un veto total.

Entre quienes recomiendan tal postura figura Marco Aurélio Carvalho, coordinador del Grupo de Prerrogativas (abogados e intelectuales progresistas), que recientemente realizó un evento en homenaje al exdirigente obrero y otras figuras importantes de la actual administración.

Los asesores de Lula argumentan que, si el contenido se suaviza para restringir los beneficios sólo a los involucrados en los episodios del 8 de enero considerados infantería (participantes sin roles de liderazgo), un veto total sería la mejor estrategia.

Esta postura se defiende aun sabiendo que el impedimento presidencial probablemente sería revocado por el Congreso Nacional.

Venceslau sustenta que esta recomendación se relaciona con las elecciones de 2026.

Precisa que los aliados creen que si Lula no veta el proyecto por completo, su discurso político se vería comprometido en la próxima contienda presidencial.

En opinión de sus asesores más cercanos, si el Gobierno sufriera otra derrota política en el Parlamento con la probable revocación del veto, este sería un precio menor a pagar que el costo político de no oponerse firmemente al proyecto.

La víspera, miles de personas salieron a las calles de Brasilia y otras capitales para protestar contra el llamado PL de Dosimetría, iniciativa que busca disminuir las sanciones de condenados por golpismo, entre ellos el expresidente Jair Bolsonaro.

En Río de Janeiro, la playa de Copacabana se convirtió en escenario de un acto cultural y político encabezado por Caetano Veloso y otros artistas.

La atención se traslada ahora al Senado, en el que la Comisión de Constitución y Justicia analizará mañana el informe del senador Esperidião Amin sobre el proyecto.

De aprobarse, el PL de Dosimetría podría llegar al pleno antes del receso legislativo, acelerando su camino hacia convertirse en ley.

El presidente del Congreso Nacional, Davi Alcolumbre, aseguró que el Senado tiene la intención de deliberar el texto aún este año.

«Buscamos un punto medio para modernizar la legislación y cerrar lagunas existentes en la ley que protege el Estado Democrático de Derecho», declaró.

Sus palabras reflejan la urgencia de cerrar un capítulo que ya divide a Brasil y promete generar intensos debates.

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