La víspera hubo manifestaciones contra el Ministerio de Ambiente (MA) en esta ciudad y también en varias capitales departamentales del interior del país.
Fue en respuesta a las autorizaciones por parte del MA a empresas extranjeras para la ejecución de prospecciones sísmicas en aguas jurisdiccionales.
Los manifestantes presentaron frente al Ministerio de Ambiente cajas con miles de firmas y sus representantes fueron recibidos por el ministro Edgardo Ortuño.
Antes el funcionario había explicado a la prensa las condiciones impuestas a las empresas que buscan petróleo en aguas nacionales.
Explicó que las exploraciones serán a distancia entre 150 y 300 kilómetros de la costa, separación mínima de 100 kilómetros entre buques y duplicación de medidas para proteger especies como ballenas, delfines, lobos marinos y tortugas.
No se permitirá actividad a menos de mil metros de estos animales, y se detendrá ante su presencia.
Además, se exigirá la presencia de cuatro observadores especialistas en fauna marina en los buques, junto a la vigilancia del MA y monitoreo de ruido submarino.
Para la pesca comercial habrá compensaciones en caso de disminución de capturas.
Ortuño recordó prospecciones previas en 1982, 2002, 2012 y 2017 en áreas similares o mayores, y enfatizó que la novedad radica en el nivel de exigencias ambientales adoptadas.
“La prospección sísmica no es lo nuevo. Lo nuevo es el nivel de exigencias y garantías ambientales que ha resuelto el actual Gobierno”, apuntó.
El ministro aseguró que estas medidas posicionan a Uruguay entre los países con mayores exigencias ambientales en la prospección de hidrocarburos, un argumento que no convence a los colectivos ambientalistas.
Organizaciones como Asamblea Mar Libre de Petroleras Uruguay, Socobioma, Red Unión de la Costa y Asociación Oceanográfica Uruguaya dijeron que continuarán las protestas y acciones judiciales para suspender las actividades petroleras en el mar.
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