Indicó el informe que la proporción de pagos con tarjeta iniciados a través de teléfonos o relojes inteligentes pasó de alrededor del cinco por ciento en el segundo semestre de 2022 a casi el 16 en la segunda mitad de 2024.

Según el banco central alemán, las tarjetas físicas de plástico quedan cada vez más relegadas en los bolsillos, mientras que sus versiones digitales en las billeteras electrónicas se utilizan con mayor frecuencia.

Una de las razones, por ejemplo, es que el proceso de pago con el celular dura en promedio solo 14 segundos.

A fines de 2024 circulaban en Alemania 196 millones de tarjetas de pago emitidas por proveedores de servicios financieros nacionales, según informó el Bundesbank.

De ese total, 162 millones (83 por ciento) eran tarjetas de débito, en las que las operaciones se registran de forma inmediata.

Desde 2018, su número creció a un ritmo anual del 6,5 por ciento, mientras que las tarjetas de crédito tradicionales, con liquidación diferida, perdieron relevancia (su participación en el mercado total de tarjetas cayó al 17 por ciento).

El próximo gran avance ya está consolidado a nivel internacional, señala el Bundesbank. En países como Brasil o India, las transferencias inmediatas entre cuentas bancarias forman parte de la vida diaria, sin necesidad de tarjetas de débito o crédito.

Por razones estratégicas, el Bundesbank respalda el desarrollo de una infraestructura de pagos europea. El pago del futuro será más diverso, más individual y, sobre todo, más digital.

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