En declaraciones a Prensa Latina, el exministro peruano dijo que el empeño del presidente estadounidense, Donald Trump, es favorecido por la ola derechista que vive la región.
Agregó que la negociación del pacto, materia de conversaciones desde hace varios meses, según informó el canciller peruano, Hugo de Zela, ha sido “muy poco transparente” y pidió que se conozca quiénes han estado a cargo de las negociaciones por cada país.
Francke añadió que el secretismo en el manejo del tema es sospechoso y preguntó si alguien en el gobierno “ha considerado la posible respuesta de China”, país con el que Perú ha suscrito una alianza estratégica integral y que es su principal socio comercial y destacado inversionista.
Manifestó que la proyectada alianza implica que “están regalando riquezas de Perú sin siquiera saber cuánto valen”, alusión al interés de Estados Unidos en los minerales raros de Perú, tema sobre el cual el destacado economista y político publicó un amplio artículo la semana pasada.
En ese texto, citó un artículo del neoliberal embajador de Perú en Estados Unidos, Alfredo Ferrero, se refirió a conversaciones en marcha con altos funcionarios de Washington, orientadas a “contribuir a la seguridad de los Estados Unidos”.
El exministro peruano señaló que los minerales raros, como germanio, telurio o vanadio, son escasos y poco conocidos, y se requieren para nuevas tecnologías como las supercomputadoras para la Inteligencia Artificial y las energías no renovables, por lo que Washington codicia esos recursos.
Según afirmó, la recientemente anunciada Estrategia de Seguridad Nacional plantea “ampliar el acceso de Estados Unidos a los minerales y materiales esenciales”, por ser “de interés nacional vital y fundamental de los Estados Unidos”.
Anota que Trump ha declarado que su país “siempre controlará su propio destino en nuestro hemisferio”, en el que no tendrán influencia “las naciones extranjeras ni las instituciones globalistas”.
Para ello, dijo Francke, plantea «impedir que los competidores posean o controlen activos estratégicamente vitales en nuestro hemisferio» y “ampliar el acceso (de Estados Unidos) a lugares de importancia estratégica” como Washington considera al megapuerto chino-peruano de Chancay.
Agrega que Trump ha ofrecido recompensar a los partidos y movimientos de la región que se alineen con su estrategia, sin “ningún respeto a la soberanía democrática en la región”, a lo que se suma como otro elemento clave de la estrategia trumpista de aumentar la presencia militar estadounidense en la región.
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