En acto organizado en el Salón Banderas del Palacio Nacional de la Cultura, sede del Ejecutivo, el mandatario subrayó que la iniciativa va dirigida a facilitar el acceso a la salud y a la rehabilitación, particularmente a quienes viven en condiciones de mayor vulnerabilidad.

Aquí tenemos entre nosotros niños que empiezan a descubrir el mundo, también personas adultas que esperaron durante muchos años, describió el jefe de Estado, a partir del trabajo de la Secretaría de Obras Sociales de su Esposa (Sosep).

El 10,4 por ciento de los habitantes del país vive con alguna discapacidad física, remarcó el abanderado del partido Movimiento Semilla, de 67 años.

Ese dato no nos define como sociedad, lo que si lo hace es cómo respondemos, atendemos a cada una de las personas, de las vidas, de las historias que están detrás, aseveró Arévalo.

Como gobierno tenemos una convicción clara: la dignidad humana es el punto de partida de toda política pública, algo que no se queda en un concepto abstracto, expresó.

Durante mucho tiempo, señaló, quienes vivían con algún tipo de discapacidad eran parte de esa enorme cantidad de chapines invisibles para los ojos de un Estado frío, distinto, indiferente y protocolar.

Ahora realizamos lo que está a nuestro alcance para cambiar esa situación, acompañamos 91 historias de vida con la entrega de 157 aparatos que fortalecen la movilidad, facilitan la comunicación y permiten la autonomía, acotó el presidente.

Consideró que esto que hacen no es un favor, no es caridad, es cumplir con la responsabilidad que tiene el poder público de responder a las necesidades de la sociedad.

Ocurre gracias al trabajo comprometido, sensible y profundamente humano de la Sosep, bajo el liderazgo de Zulma Calderón y de un equipo que entiende que cada persona importa, destacó el mandatario.

Reconoció asimismo la guía constante, cercana y profundamente humana de su esposa, doctora Lucrecia Peinado, Primera Dama de la Nación.

Seguiremos trabajando para que vivir con discapacidad no signifique vivir en exclusión, seguiremos construyendo una Guatemala donde la dignidad no sea un privilegio, sino una realidad cotidiana y al alcance de todas y de todos, aseguró.

En el propio escenario, Calderón reiteró la convicción de la Sospe de servicio a la población. Comprendemos que administrar recursos públicos es administrar la confianza del pueblo, añadió.

Creemos que la discapacidad no limita el valor de una persona, enfatizó.

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