Según un informe del emisor estatal, esa variación acumulada del índice mensual de actividad económica (IMAE) está alineada con el parámetro de crecimiento económico establecido en la revisión del Programa Monetario 2024-2025.
El IMAE es un indicador que mide los principales sectores de la actividad económica de un país y es utilizado para la toma de decisiones de inversión.
La expansión del Producto Interno Bruto (PIB) hasta octubre responde al fortalecimiento de la demanda interna, especialmente del consumo -apoyado por mayores ingresos de los hogares y un flujo sostenido de remesas-, así como a la demanda externa de productos agroindustriales.
En términos interanuales, el PIB también mostró un crecimiento de 3,6 por ciento respecto a octubre de 2024, atribuible al dinamismo de los sectores comercio y hoteles, asociados al feriado morazánico, período que incrementa la demanda de servicios.
El BCH destacó que la serie tendencia-ciclo reflejó un incremento de 5,1 por ciento, lo que indica un comportamiento estable y sostenido de la economía hondureña durante el período analizado.
Entre las actividades con mayor contribución al resultado global acumulado sobresale la intermediación financiera, impulsada por mayores ingresos por intereses y comisiones, así como por el aumento del financiamiento a los sectores comercio, servicios y consumo.
El sector comunicaciones también registró un desempeño positivo, favorecido por la adopción de servicios digitales, mayores inversiones en infraestructura de banda ancha y la ampliación de soluciones tecnológicas para hogares y empresas.
Además, el comercio mantuvo un buen desempeño por el aumento en las ventas de alimentos, abonos, productos farmacéuticos, maquinaria, aparatos eléctricos, materiales de ferretería y combustibles.
Por su parte, la industria manufacturera mantuvo una trayectoria favorable gracias a mayores niveles de producción de maquinaria y equipo, bienes de fundición de hierro, alimentos y bebidas, pese a la contracción del sector textil, afectado por la menor demanda externa, especialmente desde el mercado estadounidense.
A pesar de los complejos entornos globales, como la creciente incertidumbre, la disminución de la demanda externa y las condiciones climáticas adversas, la economía hondureña creció 3,9 por ciento en 2024.
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