Explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en Uruguay: entornos digitales y respuesta institucional, se titula la investigación realizada en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República.
Tuvo como propósito recoger la perspectiva de 135 profesionales y técnicos que trabajan directamente con infancias y adolescencias en los sistemas de educación, salud, protección social, justicia, seguridad y organizaciones de la sociedad civil en todo el país.
Estos son considerados operadores de primera línea, quienes tuvieron al menos un caso de explotación sexual en su trayecto profesional y para el estudio se totalizaron más de dos mil 500 casos de víctimas, informó La Diaria.
El reporte reveló que el 53,5 por ciento de los casos atendidos involucró entornos digitales en alguna etapa del proceso de explotación.
También que lo digital dejó de ser un fenómeno marginal para convertirse en una dimensión estructural de la explotación sexual comercial de niños y adolescentes.
A su vez, constataron un cambio en los factores de riesgo; en la explotación digital el 82 por ciento domina la exposición a pornografía y el 75 tiene que ver con el acceso a tecnologías e internet.
Ello “amplía los riesgos incluso a adolescentes de contextos considerados protegidos”, visualiza el informe. En contraste con la explotación tradicional, en el 80 por ciento sigue siendo determinante la pobreza extrema.
La investigación concluye que el 79 por ciento de los casos de explotación digital son denunciados, pero sólo el 65 resultan investigados y el 18,5 por ciento determinan una condena, lo que vincula una dificultad en el proceso judicial.
Advierte que los contextos familiares continúan siendo lugares en los que se comete y facilita la explotación sexual comercial infantil.
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