En una publicación en su página web, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que, a los ataques contra escuelas, hospitales y centros residenciales en Gaza, se suma la destrucción de casas y campos de refugiados en el otro territorio palestino ocupado.
El organismo multilateral señaló que esta semana se harán efectivas nuevas órdenes de Tel Aviv que amenazan el centro de acogida de Nur Shams y unas 25 edificaciones, lo cual obligará a cientos de personas a un desplazamiento forzado.
Según el representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, Roland Friedrich, imágenes satelitales muestran que un 48 por ciento de todos los edificios del campamento ya fueron dañados o destruidos antes de esa última directiva.
«Esa nueva orden de demolición se ajusta a un patrón visto con demasiada frecuencia este año, con las fuerzas israelíes destruyendo hogares para permitir su control a largo plazo en el norte de Cisjordania, alterando permanentemente su topografía», apuntó.
Justificadas por una supuesta “necesidad militar”, esas acciones no hacen a nadie más seguro, añadió.
Friedrich dijo que el desplazamiento forzado de más de 32 mil refugiados palestinos en el norte de Cisjordania no debe volverse permanente y recordó que las personas esperan ansiosamente regresar a sus hogares.
Con cada golpe de las excavadoras, esa esperanza se vuelve cada vez más distante, lamentó.
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