La directiva del Banco de Japón (BoJ) decidió por unanimidad este giro en la política monetaria tras años de tipos ultrabajos y en busca de contener presiones inflacionarias y estabilizar la economía.

De acuerdo con la entidad financiera, sus expertos esperan que los tipos de interés reales se mantengan significativamente negativos, y que las condiciones financieras acomodaticias sigan impulsando con firmeza la actividad económica.

En enero de 2025, la institución incrementó los tipos de interés de referencia a corto plazo hasta el 0,5 por ciento, el nivel más alto en 17 años.

Desde 2024, en un intento de normalizar la economía de esta nación asiática, el BoJ dio pasos hacia la retirada gradual de una década de estímulos masivos, pues Japón mantuvo tipos de interés demasiado bajos durante unos 30 años, en medio de una deflación persistente.

El organismo financiero prevé mantener el ciclo de incrementos en la tasa de referencia y calibrar la política de expansión monetaria conforme avance la actividad económica y la evolución de los precios.

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