En declaraciones al portal R7, Birolini confirmó que la agenda del tratamiento ya está definida, pero que el anuncio de las fechas y el día de la intervención quirúrgica aún dependen de la confirmación legal.

«Se mantiene sin cambios el estado de salud. Hemos definido un cronograma, que se publicará tras la presentación de los abogados. Debemos respetar los plazos», aclaró el director de cirugía general del Hospital de Clínicas de la Universidad de Sao Paulo.

Bolsonaro lleva casi un mes en prisión a la espera de una intervención quirúrgica para tratar la llamada hernia inguinal bilateral, en la ingle.

También necesita tratamiento para aliviar el hipo. El procedimiento médico depende de una solicitud que la defensa del exmandatario enviará al ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF).

De Moraes dio luz verde el viernes a la realización de una cirugía electiva al exgobernante, luego que un informe de la Policía Federal (PF) confirmara que padece una hernia inguinal bilateral.

No obstante, el magistrado rechazó el pedido del staff jurídico para que Bolsonaro cumpla su condena bajo arresto domiciliario.

En su resolución, De Moraes autorizó la «reparación quirúrgica electiva» y ordenó que los abogados del exparacaidista informen el programa y la fecha prevista para la intervención.

Una vez presentados esos datos, el expediente será enviado a la Fiscalía General, que deberá emitir un dictamen en un plazo de 24 horas.

El peritaje médico indicó que la cirugía no reviste carácter de urgencia ni emergencia, aunque los especialistas recomendaron que se realice «lo antes posible» para evitar un agravamiento del cuadro clínico.

La hernia inguinal bilateral emerge cuando tejidos del abdomen sobresalen a través de puntos débiles de la pared muscular en ambos lados de la ingle.

Desde el 22 de noviembre, Bolsonaro se encuentra detenido, cuando fue arrestado preventivamente tras incumplir medidas cautelares impuestas por la Justicia.

En ese momento, el excapitán del Ejército fue trasladado a la sede capitalina de la PF, luego que se comprobara la violación de la tobillera electrónica que llevaba.

Según consta en el expediente, Bolsonaro admitió haber intentado manipular el dispositivo con un soldador. Tres días más tarde, De Moraes ordenó que comenzara a cumplir su condena, superior a 27 años de cárcel, en régimen cerrado, por tentativa golpista.

Al analizar el pedido de encierro en casa, el juez, relator del caso en el STF, afirmó que existe una «total ausencia de los requisitos legales» para conceder el beneficio.

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