Según un informe difundido por la organización en sus redes sociales, la producción de crudo alcanzó 116 millones de barriles entre enero y noviembre de este año, con un promedio diario de 347 mil 439 barriles, o sea, hubo una reducción del nueve por ciento frente al mismo lapso de 2024.

La menor producción impactó también en las exportaciones de los crudos denominados Oriente y Napo, que sumaron 96,7 millones de barriles, un 6,4 por ciento menos que el año anterior.

El Frente señaló que esta caída se tradujo en una disminución de mil 416 millones de dólares en ingresos por exportaciones, equivalente a una contracción del 19,5 por ciento interanual.

Paralelamente, la producción nacional de derivados bajó casi un 10 por ciento, mientras que las importaciones de combustibles aumentaron un 7,5 por ciento para cubrir la demanda interna, lo que incrementó la dependencia externa del país.

En materia de inversiones, el informe denuncia un recorte del 80 por ciento en la ejecución presupuestaria, lo que a juicio del Frente compromete la sostenibilidad operativa de la empresa.

Asimismo, denunciaron que entre enero y octubre de 2025, la estatal desvinculó a mil 369 trabajadores, una reducción del 14 por ciento de la nómina y pasó de más de 10 mil empleados en 2024 a unos ocho mil 700 este año.

El Frente cuestionó, además, la “opacidad” en la gestión del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y la falta de información sobre un arbitraje internacional iniciado contra el Estado ecuatoriano.

Según la organización, tanto la falta de inversiones, como la caída de la producción como los despidos, debilitan a Petroecuador en un contexto de menores ingresos y crecientes necesidades fiscales.

La organización señaló que la Comisión de Garantías Constitucionales de la Asamblea Nacional (Parlamento) ha solicitado información y comparecencias para fiscalizar esta situación, que catalogaron como “desmantelamiento silencioso”.

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