Friedman no es un desconocido para los argentinos. Tuvo nexos estrechos en la década de 1990 en época del menemismo, y reaparece en el país y la región con el renovado interés geopolítico de Washington y las concesiones que le hace Milei.
Su objetivo: “armar encuentros con empresarios, políticos y dirigentes de todo tipo y color para respaldar el modelo”, señala el articulista Leandro Renou en nota que difundió el diario Página12.
Este es el segundo enviado personal de Trump a Buenos Aires; antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre desembarcó el asesor político y electoral predilecto del jefe de la Casa Blanca, Barry Bennet, quien ya cuenta con oficina en uno de los suntuosos edificios de Puerto Madero y aconseja directamente a Santiago Caputo, el consejero personal de Milei.
En la imagen que acompaña esta nota aparecen el embajador Lamelas, a la izquierda; Friedman, y Luis Savino, presidente del Centro de Estudios Americanos (CEA), poderosa fundación ultraconservadora.
Buen conocedor de los intríngulis políticos argentinos, Renou recuerda que Friedman “fue por años un anfitrión de las delegaciones argentinas en Washington”, y desde el Departamento de Estado atendió los asuntos y nexos con Brasil y la región.
A diferencia de Bennet, quien actúa con mayor cautela y recibe mayormente en su oficina de Puerto Madero y reúne discretamente con Santiago Caputo, Friedman se muestra más en público e interviene en encuentros con jefes ejecutivos empresariales y articula una más activa relación pública.
Vivió muchos años en Paraguay, Quito, La Paz, Caracas y actúa, en los papeles, ahora en Buenos Aires como el jefe político del canciller Pablo Quirno.
Lamelas ve en Friedman –señala Renou- un cuadro con más sensibilidad política y conocimiento del paño, las costumbres y el territorio que la actual encargada de negocios, Abigail Dressel, quien es la plantilla la segunda detrás del embajador.
Una de las tareas de Friedman es lograr proteger a Milei de los errores del propio Milei, añade el articulista. Y entre sus primeras intervenciones estuvo lograr moderar los altísimos niveles de confrontación que generó Quirno. Sacarlo de las redes, de los círculos de choque de los trolls de La Libertad Avanza.
Ese fue un pedido expreso de la Casa Blanca: “dejar de romper puentes para articular con la política y crear consensos, tarea difícil para las huestes de un gobierno fuertemente contaminado con la virulencia propia de los descuidados”, apunta Renou.
Todo indica a que Washington busca coordinar un mejor alineamiento geopolítico, sin fisuras, que termine a como dé lugar en un éxito de Milei.
Renou recuerda que días atrás, a Friedman le dieron el premio “Puentes de América” que recibió de manos de Savino, el titular del CEA al que están asociados magnates argentinos, politólogos ultraconservadores y la presidenta de la Cámara de Empresas Estadounidenses en Argentina, Mariana Schoua.
Ella es la jefa ejecutiva de la compañía Aconcagua Energía Generación, quien asumió el cargo en junio de 2025; es la primera mujer en liderar la organización, mientras que Alejandro Díaz actúa como su director ejecutivo.
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