El sondeo de la empresa Ipsos indicó que López-Aliaga apenas creció respecto al porcentaje recibido en octubre y noviembre, de nueve por ciento, cuando lleva varios meses promoviendo implícitamente su candidatura como alcalde de Lima, donde tiene mayor apoyo, con 18 por ciento, mientras en el interior solo alcanza seis por ciento.

La falta de seguidores en provincias motivó al analista neoliberal Juan Carlos Tafur a pronosticar que el actual puntero en las encuestas no solo fracasará en su intento de ser elegido presidente, sino que tampoco alcanzará el porcentaje necesario de votos y de parlamentarios elegidos para tener presencia en el Congreso.

De otro lado, dista de ser óptima la situación de la tres veces derrotada en sendos balotajes Keiko Fujimori, aunque sus seguidores se sienten alentados por un polémico fallo del Tribunal Constitucional que desestimó el cargo de lavado de activos con fondos electorales ocultos en al menos dos de sus campañas.

La neoliberal Fujimori tiene el segundo lugar en la encuesta de Ipsos, que le asigna siete por ciento de preferencias electorales y en tercer puesto, con cinco por ciento, aparece Mario Vizcarra, sin experiencia política.

Vizcarra postula en reemplazo de su hermano Martín, el expresidente que semanas atrás fue condenado hace menos de un mes a 14 años de cárcel por cohecho, pero con simpatías en un sector de la población por haber disuelto el impopular Parlamento.

Más abajo aparecen el cómico de derecha extrema Carlos Álvarez (cuatro por ciento), igualados con tres puntos el centro-izquierdista Alfonso López-Chau y el empresario y político conservador César Acuña (3).

Detrás se encuentra, con dos puntos cada uno, el populista Yonhy Lescano, el ex funcionario local de la embajada de Estados Unidos, Carlos Espá, el empresario y político conservador José Luna y el neoliberal Rafael Belaúnda, mientras otros 12 postulantes figuran con menos de dos por ciento.

Lo significativo del sondeo es que 48 por ciento de los consultados declara que votaría en blanco, viciado o por ninguno (28 por ciento) o simplemente no responde (20 por ciento).

En ese sector, 26 por ciento declaró que decidiría su voto en la semana previa a los comicios del 12 de abril, 36 por ciento afirma que mantendrá la decisión de votar en blanco o viciar el sufragio y cinco por ciento está decidido a ni siquiera asistir a votar.

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