Según la nota del FSB, los traficantes cobraron casi 6,4 millones de dólares por facilitar a migrantes papeles falsos, a cambio de una recompensa monetaria, los malhechores brindaban a extranjeros asistencia en forma de invitaciones ficticias de entidades nominales para ingresar luego al territorio nacional con visados de negocios.
Desde el año 2024, según el comunicado entregado a la prensa, la trama «obtuvo ganancias criminales de al menos 500 millones de rublos (unos 6,37 millones de dólares) legalizando a más de dos mil ciudadanos de Asia Pacífico y Medio Oriente».
Como la supuesta parte invitante nunca acató sus obligaciones, estos migrantes se movían de forma descontrolada por Rusia.
Durante las pesquisas se ejecutaron 65 entradas y registros en las regiones de Rostov, Nóvgorod, Leningrado, Ivánovo y Perm y se tomaron declaraciones a más de 100 personas, entre presuntos miembros de la trama y testigos de sus actividades ilegales.
Fueron detenidos el presunto cerebro del grupo y 20 miembros activos que permanecerán en prisión preventiva mientras dura la investigación. Además, fueron intervenidos numerosos papeles de inmigración falsos, documentos de contabilidad y recursos monetarios.
El Ministerio del Interior de Rusia instruyó causas penales por tráfico de migrantes, cometido por grupo organizado o para la comisión de delitos graves.
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