De Moraes permitió asimismo que su esposa, Michelle Bolsonaro, le acompañe durante la intervención quirúrgica en el capital hospital DF Star, centro privado en el que fue atendido en ocasiones anteriores por problemas de salud.

Bolsonaro lleva casi un mes en prisión a la espera de una cirugía para tratar la llamada hernia inguinal bilateral, en la ingle. También necesita tratamiento para aliviar el hipo.

De Moraes dio luz verde el viernes a la realización de una intervención electiva al exgobernante, luego de que un informe de la Policía Federal (PF) confirmara que padece una hernia inguinal bilateral.

No obstante, el magistrado rechazó el pedido de la defensa para que Bolsonaro cumpla su condena bajo arresto domiciliario.

En su resolución, De Moraes autorizó la «reparación quirúrgica electiva».

La hernia inguinal bilateral emerge cuando tejidos del abdomen sobresalen a través de puntos débiles de la pared muscular en ambos lados de la ingle.

Desde el 22 de noviembre, Bolsonaro se encuentra detenido, cuando fue arrestado preventivamente tras incumplir medidas cautelares impuestas por la Justicia.

En ese momento, el excapitán del Ejército fue trasladado a la sede capitalina de la PF, luego que se comprobara la violación de la tobillera electrónica que llevaba.

Según consta en el expediente, Bolsonaro admitió haber intentado manipular el dispositivo con un soldador. Tres días más tarde, De Moraes ordenó que comenzara a cumplir su condena, superior a 27 años de prisión, en régimen cerrado, por tentativa golpista.

Al analizar el pedido de encierro domiciliario, el magistrado afirmó que existe una «total ausencia de los requisitos legales» para conceder el beneficio.

Mencionó en su decisión reiteradas violaciones de medidas cautelares y la existencia de actos concretos que, a su juicio, evidencian riesgo de fuga.

«El detenido Jair Messias Bolsonaro no tiene derecho al arresto domiciliario», sostuvo Moraes, al recordar que fue condenado por delitos considerados muy graves contra el Estado Democrático de Derecho, cometidos con violencia y amenaza grave.

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