En un mensaje de esta época, junto a la Primera Dama, Lucrecia Peinado, el mandatario se dirigió a los chapines desde el seno de su familia, e instó además a abrazar con fuerza “a quienes están a nuestro lado”
Que cada momento se convierta en un espacio de reencuentro, de gratitud y cariño sincero, subrayó el jefe de Estado a través de su perfil en la red social X.
Que escuchemos con aprecio las historias de los mayores, que miremos con esperanza los sueños de los más pequeños y consideremos con atención las opiniones de los jóvenes.
Exhortó a usar “cada momento como una invitación a detenernos y reconocer la fortaleza que reside dentro de nosotros mismos como personas, como comunidad y como país”.
A su lado, Peinado expresó envió los mejores deseos de paz, salud y bienestar, mientras anheló que la empatía y cariño iluminen cada vida “y que la sabiduría nos guíe en el compromiso de hacer de Guatemala un lugar de oportunidades y prosperidad”.
El Gobernante concluyó que “desde el corazón de nuestra familia, les deseamos a todos ustedes y a los suyos unas felices fiestas”.
Este territorio centroamericano, mayoritariamente cristiano (católico y evangélico), celebra con intensidad el nacimiento de Jesús, un acontecimiento central de la fe.
Las familias guatemaltecas heredaron desde hace generaciones las posadas y rezados, no solo como tradiciones, sino como actos imprescindibles de devoción.
La Navidad es uno de los pocos momentos del año donde todos se reúnen, incluso quienes viven lejos, los vecinos comparten comida, música y los fuegos artificiales, más que en fin de año, hacen la celebración ruidosa, llena de humo y emocional.
rgh/znc





