miércoles 24 de diciembre de 2025

Pinos, colores, comida, pólvora, fiesta de Nochebuena en Guatemala

Ciudad de Guatemala, 24 dic (Prensa Latina) La temporada navideña en Guatemala alcanzará hoy, en Nochebuena, uno de los momentos cumbres, el más esperado, con el olor a pino, colores, cena familiar, tamales, fuegos artificiales y apertura de regalos.

Esta época de fusión familiar y cultura, aunque arranca ya desde mediados de noviembre, el pasado 7 alcanzó un punto alto con la Quema del Diablo, “limpieza” espiritual, y otro con las posadas, que representan el peregrinar de José y María.

En la tierra del quetzal, mayoritariamente cristiana (católica y evangélica), muchas comunidades rezan y conviven cada noche del 16 de diciembre hasta este miércoles, en que se espera el nacimiento de Jesús, un suceso central de la fe.

Todos se reúnen, unos regresan de otros lugares del país o del extranjero para la cena con tamales colorados (con recado rojo, carne de cerdo o pollo, aceitunas y pasas) y negros (dulce, con chocolate, anís y ciruela), ponche de frutas y casi nunca faltan los buñuelos.

Pero lo que hace la celebración impactante son la pólvora y los archifamosos cohetillos. La pirotecnia destaca más que en fin de año, el estruendo y la luz de las explosiones pintan el cielo nocturno de una manera sorprendente.

La tendencia este año son los combos familiares, que traen de todo un poco, mientras hay quienes prefieren a los volcancitos, ametralladoras, estrellitas o luces de bengala, chiltepitos, fosforitos, maripositas, gallinitas, morteros, tanques y tronadores.

Sin embargo, desde hace bastante tiempo llegan los llamados de atención. El Arzobispo de Guatemala entre 1767 y 1779, Pedro Cortés y Larraz, advirtió en un escrito que “las solemnidades se reducen a cultos exteriores y excesivos de muchos cohetes”.

La alegría, señalaron entendidos del tema, debe ir de la mano con la responsabilidad, la supervisión de los adultos, la limpieza de los residuos en las calles y la moderación.

En un mensaje la víspera, el presidente Bernardo Arévalo, junto a la primera dama, Lucrecia Peinado, se dirigió a los compatriotas desde el seno de su familia, e instó además a abrazar con fuerza “a quienes están a nuestro lado”.

Que cada momento se convierta en un espacio de reencuentro, de gratitud y cariño sincero, subrayó el mandatario a través de su perfil en la red social X.

Esta fecha es un acto de devoción en Guatemala, lleno de luces, se prepara bien, se anhela, representa esperanza y renovación, y siempre está cargada de emoción.

oda/znc

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