¿De qué manera celebrará la Nochebuena este 24 de diciembre?, fue la pregunta que lanzó el diario La Prensa Gráfica (LPG) en sus acostumbradas encuestas en línea.
“Quemaré pólvora (dos por ciento), disfrutaré de una cena navideña (31), pasaré tiempo con familia y amigos (31), todas las anteriores (13) y no celebraré la Nochebuena, el 23 por ciento.
Tal vez estas aproximaciones están vinculadas al tema de la canasta básica alimentaria (CBA) cuyo costo disminuyó en el campo pero se incremento el la zona urbana del país.
El costo mensual de la canasta rural bajó respecto a octubre, mientras que la urbana volvió a subir. En ambos casos, el gasto sigue por encima del nivel de enero, según la Oficina Nacional de Estadística y Censos (ONEC)
En el área rural el salvadoreño pago 185.30 en promedio por su CBA en noviembre, una reducción mensual de 4.80 dólares frente a octubre, cuando el costo se ubicó en 190.11.
Esa reducción se asoció a bajas en productos como tortillas, grasas y frutas, aunque otros alimentos, como carnes y huevos, mostraron leves incrementos.
En el balance anual en enero, el gasto mensual era de 179.97 dólares por lo que en noviembre el incremento acumulado llegó a 5.34, lo cual contrasta con lo que paso en el área urbana, donde el precio mensual pasó de 250.75 en octubre a 253.32 dólares, un alza mensual de 2.58, impulsado por subidas en carnes, verduras, grasas y pan francés, según la ONEC.
En enero, el gasto mensual fue 246.64 dólares, de modo que al cierre de noviembre el aumento acumulado asciende a 6.68. Estos desbalances ocurren pese a políticas como la red de agro mercados establecida por el gobierno para ofrecer productos a menores precios, y donde por ejemplo se compra un libra de arroz a 0.25 centavos de dólar cuando en los mercados tradicionales sobre pasan un dólar.
Según informes de previsiones de organizaciones internacionales El Salvador enfrentará un deterioro alimentario desde abril de 2026
Pese a las medidas implementadas por el gobierno, los datos oficiales confirman que el costo de la canasta básica es un factor de presión para las familias salvadoreñas con mayor impacto en el área rural donde, a veces, comerse un huevo es un lujo.
mem/lb





