En tanto, un uso más frecuente conlleva aún más problemas emocionales y académicos, afirmaron los investigadores. «Nuestro estudio encontró que cualquier cantidad de consumo de cannabis puede poner a los niños en riesgo de quedarse atrás en la escuela, y los que consumen con mayor frecuencia pueden ser los que más se ponen en riesgo», dijo el investigador principal, doctor Ryan Sultan, profesor asistente de psiquiatría clínica en la Universidad de Columbia, Estados Unidos.
Los adolescentes que consumen regularmente esta sustancia suelen tener dificultades para concentrarse, faltan a clase y pueden perder interés en sus planes futuros, afirmó.
Aproximadamente uno de cada cinco estudiantes de secundaria consume marihuana, y alrededor del seis por ciento de los alumnos de último curso lo hace a diario, una tasa que ha aumentado en la última década, según los investigadores.
Lo que resulta especialmente preocupante es que el cannabis actual contiene entre dos y tres veces más THC (compuesto que produce intoxicación) que en el pasado.
De acuerdo con los expertos, esta potente mala hierba podría tener un impacto devastador en los cerebros adolescentes, que aún están desarrollando conexiones neuronales cruciales.
Los investigadores analizaron datos de una encuesta realizada a más de 160 mil alumnos de octavo, décimo y duodécimo curso entre 2018 y 2022.
Más de una cuarta parte (26 por ciento) informó haber consumido marihuana en algún momento.
Entre ellos, la mitad dijo que no lo usaba actualmente, el 18 por ciento que lo hacía mensualmente, el 14 por ciento semanalmente y el 18 porciento casi a diario.
Los adolescentes que decían consumir marihuana mensualmente tenían más del doble de probabilidades de saltarse clases y sacar malas notas, en comparación con los no consumidores.
Los usuarios mensuales también eran el doble de ligeros para meterse en peleas, 72 por ciento más de probabilidades de buscar peligros, un 40 por ciento más de posibilidades de preferir amigos que buscan riesgos, un 42 por ciento más de tener dificultades para experimentar alegría y placer; y un 32 por ciento de una profunda sensación de vacío y desesperación, según los resultados replicados en HealthDay.
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