Los condados de Los Ángeles, Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego y Shasta, fueron puesto bajo la proclama de Newsom lo que permitiría acceder a recursos y asistencia estatales adicionales para la respuesta a esta situación.
Una serie de frentes de lluvia ha provocado precipitaciones intensas y fuertes vientos en suelos ya saturados, aumentando el riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra, flujos de lodo y crecidas repentinas de arroyos y ríos, advirtió el gobernador demócrata.
Dijo que las zonas del sur de California afectadas por los grandes incendios forestales a principios de este año corren un mayor riesgo de sufrir deslizamientos de tierra y desprendimientos de escombros.
“California está actuando con prontitud y decisión para hacer todo lo posible para anticiparnos a las peligrosas tormentas invernales”, señaló Newsom.
El estado ha desplegado recursos, activado las autoridades de emergencia y estamos trabajando en estrecha colaboración con los socios locales -agregó en un comunicado- para proteger a las comunidades y garantizar la seguridad de los californianos.
La víspera las autoridades de Los Ángeles emitieron unas 380 órdenes de evacuación para viviendas consideradas especialmente vulnerables.
Al menos una muerte confirmada, así como rescates de personas atrapadas en vehículos y viviendas, provocaron las fuertes lluvias e inundaciones repentinas, pero en el norte del estado.
Mike Littau, alcalde de Redding, una ciudad situada en el extremo norte del Valle Central de California, informó el lunes que un automovilista falleció tras llamar a los servicios de emergencia mientras quedó atrapado en su vehículo inundando.
Casi la cantidad de lluvia de un mes se registró en el área de Redding entre sábado y domingo, y de acuerdo con una de las estaciones de bomberos de la urbe cayeron alrededor de 127 milímetros de precipitaciones.
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