Las comunidades cristianas celebraron esta festividad con oraciones y misas en iglesias y lugares de culto de distintas ciudades, en una jornada marcada por llamados a la paz, la convivencia y la esperanza. Este año, las celebraciones estuvieron también signadas por la determinación de los fieles de superar el miedo generado por algunos actos de violencia registrados en meses recientes, reafirmando su derecho a practicar la fe y a preservar sus tradiciones.
Las ceremonias religiosas, dedicadas al nacimiento de Jesucristo como símbolo de amor y paz, incluyeron plegarias por la seguridad, estabilidad y bienestar de Siria, en un contexto de renovadas aspiraciones de reconciliación y reconstrucción nacional.
En paralelo, fuerzas de seguridad se desplegaron en torno a iglesias y espacios públicos para custodiar las celebraciones y garantizar la tranquilidad de los asistentes.

En la capital siria, la Catedral Greco-católica Melquita acogió una misa presidida por el patriarca Youssef Absi, Patriarca de Antioquía y de Todo el Oriente para los greco-católicos melquitas, con la participación de sacerdotes y el coro de la catedral.
Durante su homilía, Absi subrayó el profundo significado espiritual de la Navidad y los valores de amor, tolerancia y misericordia predicados por Jesucristo, al tiempo que elevó oraciones para que la paz y la seguridad prevalezcan en Siria y en el mundo, y se alivie el sufrimiento de los pueblos.
En la Catedral Mariamita de Damasco, el patriarca greco-ortodoxo Juan X Yazigi presidió la Misa de Navidad, asistido por varios sacerdotes y acompañado por el coro patriarcal.
En su mensaje, destacó que la Navidad representa una ocasión de alegría, amor y paz, e instó a los fieles a abrir sus corazones a la misericordia divina y a trabajar unidos por el bien del país.

Residentes expresaron a Prensa Latina su satisfacción por participar en las celebraciones navideñas y subrayaron que la Navidad trasciende su dimensión religiosa para convertirse en una temporada humanitaria global que promueve el amor, la paz y la cooperación entre los pueblos.
Muchos destacaron que asistir a las misas, pese a las tensiones vividas durante el año, constituye un acto de fe y resiliencia colectiva.
En Siria, la Navidad es al mismo tiempo un rito religioso y una declaración colectiva de que el país seguirá apostando por la paz, y de que la luz de esta festividad continuará brillando, por larga que sea la noche.
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