La intervención está programada para comenzar a las 09:00, hora local, y se realizará tras una serie de exámenes que confirmaron que se encuentra en condiciones clínicas adecuadas, según los doctores Brasil Caiado y Claudio Birolini, responsables de la operación.

Bolsonaro llegó a la unidad hospitalaria alrededor de las 09:40, hora local, de este miércoles, tras salir de la Superintendencia de la Policía Federal (PF), donde se encuentra recluido desde el 22 de noviembre para cumplir una condena de más de 27 años por tentativa golpista.

Según el equipo médico, el exmandatario se sometió a una evaluación cardiológica completa, análisis de sangre y una tomografía coronaria.

Los resultados indicaron pequeñas placas de grasa, sin deterioro significativo, y las pruebas de laboratorio se encontraban dentro de los límites esperados.

El cardiólogo Caiado afirmó que Bolsonaro se encuentra clínicamente estable y apto para la cirugía. «Está bien preparado, con todas las pruebas necesarias realizadas y sin impedimentos desde el punto de vista cardiológico», afirmó.

La cirugía será realizada por Birolini y se vaticine que dure entre tres y cuatro horas, bajo anestesia general.

Tras el procedimiento, el excapitán del Ejército será trasladado a la unidad de cuidados postanestésicos, en el que permanecerá en observación durante aproximadamente dos horas antes de regresar a su habitación.

El equipo prevé que la hospitalización dure entre cinco y siete días, dependiendo de la evolución clínica.

De acuerdo con los facultativos, se trata de una cirugía programada para corregir una hernia abdominal.

El procedimiento se considera complejo, pero rutinario, y se realizará mediante incisiones en la zona inguinal, con refuerzo de la pared abdominal mediante una malla quirúrgica.

La elección de este método se debe a cirugías previas que impiden abordajes menos invasivos, como la laparoscopia.

Durante su hospitalización, Bolsonaro permanecerá en ayunas antes de la cirugía y, en el postoperatorio, recibirá cuidados específicos, que incluyen control del dolor, monitoreo de la función intestinal y prevención de complicaciones como la trombosis.

También el staff sanitario evaluará la necesidad de tratamientos complementarios, como fisioterapia, según la evolución de su condición.

Los galenos informaron además que el expresidente presenta episodios recurrentes de hipo, asociados con un aumento de la presión abdominal, condición que se encuentra bajo monitoreo.

Existe la posibilidad de un procedimiento no quirúrgico adicional para aliviar esta condición, si se considera necesario durante la hospitalización.

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