Ausencias de diputados de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el voto en contra del partido Vamos, caracterizan las ultimas prorrogas del régimen de excepción, con alegaciones de que se violan derechos y encarcelan a inocentes entre los más de 90 mil delincuentes hoy en prisión.
Mientras la medida pasa sin penas ni glorias las votaciones por la mayoría del partido Nuevas Ideas (54 diputados) más tres bancas de aliados, es constante la negativa a apoyar esta política por parte de tres parlamentarios opositores.
En la actualidad diputadas de Arena y Vamos, Marcela Villatoro, y Claudia Ortiz, respectivamente, señalan que no es cierto que como oposición quieran que salgan los pandilleros en libertad, sino que buscan que se implemente una ley específicamente contra pandilleros y no contra todos los salvadoreños.
«No es cierto que nosotros queramos dejar en libertad a los pandilleros. Al contrario, queremos que les caiga todo el peso de la ley, por todo el daño que le hicieron a este país, pero creemos que debe hacerse una ley especial que regule especialmente a las pandillas”, aseveró Villatoro.
Ambas parlamentarias coinciden al señalar que esta política gubernamental se aplica por igual a toda la población, intimida y viola derechos, cuando debería ser solo para los delincuentes.
Mientras, Ortiz calificó de ilegal la medida al violentar tres derechos constitucionales y que se mantiene “el chantaje del gobierno, de que, si no tienen todo el poder, no pueden dar seguridad y el hecho de seguirlo prorrogando demuestra la incapacidad de tener seguridad en condiciones de normalidad”.
En el análisis las parlamentarias urgieron al gobierno a trabajar en un programa de atención de cientos de niños cuyos padres fueron capturados durante el régimen, algunos hijos de pandilleros y otros de inocentes.
En opinión de Ortiz, para romper el ciclo de violencia y exclusión se impone “que haya una atención integral para niños (cerca de 60 mil), que hemos conocido casos que han quedado sin papá, sin mamá y han quedado a cargo de una abuela, que apenas puede llevar el paso de sus años”.
Al abandonar a esos niños, puntualizó Ortiz, “estamos generando una bomba de tiempo para el futuro y eso no le conviene al país para su seguridad, ni para la economía, ni para la convivencia social, es muy importante que existan programas para atenderlos».
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