La Comisión de Asuntos de Detenidos y Exdetenidos y el Club de Prisioneros palestinos destacaron que los testimonios de abogados y familiares de presos que visitaron este mes varias cárceles israelíes confirmaron el notable aumento de los crímenes en esas instalaciones.

En un comunicado conjunto, alertaron que las declaraciones de los presos reflejan una continua escalada de las operaciones de tortura y de las campañas de represión por parte de unidades especiales fuertemente armadas.

Acusaron al vecino país de ejecutar operaciones sistemáticas de destrucción contra todos los detenidos como “parte de su guerra de exterminio” contra los palestinos.

Como ejemplo citaron el uso del hambre como arma, la negación del tratamiento médico y de las necesidades humanas más básicas, las golpizas sistemáticas, los abusos y las presiones psicológicas.

Aunque señalaron que muchas de esas tácticas se usan desde hace décadas, tras el estallido del nuevo ciclo de violencia, en octubre de 2023, se intensificaron en las prisiones israelíes.

Este mes, mediante nuestros equipos legales, documentamos numerosos testimonios relacionados con la represión, incluyendo aquellos dirigidos contra mujeres y niños detenidos, subrayaron.

En Damón, donde están retenidas unas 50 palestinas, a principios de mes efectivos del sistema penitenciario asaltaron las celdas, rociaron con gases lacrimógenos a las reclusas y las obligaron a tumbarse al suelo mientras las golpeaban y las insultaban, relataron.

Los detenidos señalan que su sufrimiento se agrava con la llegada del invierno, ante el frío extremo, la falta de mantas y ropa, y la ausencia de cualquier medio de calefacción.

Las organizaciones destacaron que la situación es igual en la cárcel de Nafha y Ramon, ubicada en el sureño desierto de Neguev, donde están encerrados varios dirigentes en aislamiento continuo, incluido Ahmed Saadat, secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina.

Saadat sufre de sarna y, como a todos los detenidos, se le niega deliberadamente el tratamiento médico, alertaron.

El sistema de detención priva a miles de detenidos de su derecho al tratamiento e impone deliberadamente duras condiciones que conducen al deterioro de la salud de esas personas, señalaron.

La Comisión y el Club documentaron numerosas declaraciones de presos palestinos enfermos.

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