Najib, de 72 años y encarcelado desde 2022 por otros casos de corrupción, enfrentaba cuatro cargos de abuso de poder y 21 de lavado de dinero, relacionados con el desvío ilegal de unos 539 millones de dólares desde el fondo soberano hacia sus cuentas personales.
La sentencia marca un nuevo capítulo en el caso que sacudió la política y las finanzas de Malasia durante más de una década, cuando el país busca reforzar su imagen en la lucha contra la corrupción.
El experimentado político ha negado reiteradamente las acusaciones, asegura que fue engañado por funcionarios del fondo y por el empresario fugitivo Jho Low.
Sin embargo, el tribunal consideró probadas las irregularidades y dictó el fallo en su contra.
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