El incidente ocurrió en las inmediaciones de la mezquita del Imán Ali bin Abi Talib, y según el director del Departamento de Emergencias del Ministerio de Salud sirio, Najib al-Naasan, el atentado causó la muerte de cinco personas y dejó 21 heridos, quienes fueron trasladados a centros médicos para recibir atención.
Las autoridades locales iniciaron de inmediato una investigación para esclarecer las causas del suceso y adoptaron medidas de seguridad en la zona con el fin de proteger a la población civil.
Las informaciones disponibles hasta el momento siguen siendo contradictorias, ya que algunas fuentes indican que la explosión pudo haber sido provocada por un atacante suicida, mientras que otras apuntan a la colocación de un artefacto explosivo dentro de la mezquita durante el sermón del viernes.
El barrio de Wadi al-Dhahab está habitado mayoritariamente por miembros de la minoría alauita, cuyos integrantes han sido en reiteradas ocasiones blanco de atentados por motivaciones sectarias y religiosas.
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