En un comunicado citado por la agencia estatal SANA, el Ministerio subrayó que el énfasis reiterado de las FDS en la unidad de Siria contradice la realidad sobre el terreno, donde instituciones administrativas, de seguridad y militares operan al margen del Estado y de manera separada, lo que perpetúa la división en lugar de ponerle fin.
El comunicado señaló que las conversaciones sobre la integración de las instituciones del noreste del país controlado por las FDS en el marco estatal, se han limitado a declaraciones teóricas, sin pasos prácticos ni plazos claros, lo cual genera dudas sobre la seriedad del compromiso con el acuerdo del 10 de marzo.
Asimismo, indicó que, pese a los continuos anuncios de diálogo por parte de los líderes de las FDS, no se han obtenido resultados tangibles, lo que sugiere que esta retórica se utiliza con fines mediáticos para desviar la presión política, en un contexto de estancamiento de facto y falta de voluntad real para avanzar en la implementación.
El Ministerio advirtió además que las afirmaciones de que el petróleo pertenece a todos los sirios carecen de credibilidad mientras no se administre dentro de las instituciones estatales ni se incorporen sus ingresos al presupuesto general.
Subrayó que hablar de puntos de vista convergentes carece de sentido si no se traduce en acuerdos oficiales claros, acompañados de mecanismos de implementación y plazos definidos.
Respecto a la propuesta de descentralización, la Cancillería afirmó que trasciende el marco administrativo y avanza hacia una descentralización política y de seguridad que amenaza la unidad del Estado y consolida entidades de facto.
También criticó las afirmaciones de que la región está gobernada por su “pueblo”, al considerar que ignoran la exclusión política, la monopolización de la toma de decisiones y la falta de una representación genuina de la diversa sociedad del noreste sirio.
En el ámbito militar, el Ministerio recalcó que hablar de entendimientos es incompatible con la presencia de formaciones armadas fuera del marco del ejército sirio, con liderazgo independiente y afiliaciones externas, lo que socava la soberanía y obstaculiza la estabilidad.
De igual modo, el control unilateral de los cruces fronterizos y su utilización como moneda de cambio contradice los principios de la soberanía nacional, concluyó el comunicado.
A comienzos de marzo pasado, el presidente de transición Ahmad al-Shara y el jefe de las FDS, Mazloum Abdi, firmaron un acuerdo que estipula la integración de esta formación política y militar en la estructura del nuevo Estado sirio, y reconoce a la comunidad kurda como parte integral de Siria, con plenas garantías de ciudadanía y derechos constitucionales.
Las FDS controlan, con apoyo de Estados Unidos, cerca del 25 por ciento del territorio sirio, principalmente en las provincias nororientales de Hasakeh, Raqa y Deir Ezzor.
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