Durante el rezo del Ángelus, pronunciado este mediodía desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre expresó, ante miles de personas concentradas en la Plaza de San Pedro, su convicción de que en el orbe existen “quienes anteponen la paz a sus propios miedos, quienes sirven a los pobres antes que a sí mismos”.
Entonces brota la esperanza, y cobra sentido celebrar a pesar de todo, significó el sumo pontífice, quien subrayó que “en el mundo actual de incertidumbre y sufrimiento, la alegría parecería imposible”.
“Quienes creen en la paz hoy, son a menudo ridiculizados, marginados del discurso público y, con frecuencia, acusados de favorecer a adversarios y enemigos”, manifestó el Obispo de Roma durante el Ángelus que rezó este viernes en ocasión de la festividad de San Esteban, diácono y primer mártir de la iglesia católica.
En la Misa de Navidad efectuada el pasado miércoles a las 10:00 hora local en la basílica de San pedro, el papa enfatizó que “la paz nace entre ruinas que claman por una nueva solidaridad, nace de sueños y visiones”.
“Cuando la fragilidad ajena nos traspasa el corazón, cuando el dolor ajeno destroza nuestras certezas inquebrantables, entonces la paz ya comienza”, aseveró León XIV.
Posteriormente, en su Mensaje de Navidad pronunciado a las 12:00 hora local del 25 de diciembre último, antes de impartir la tradicional Bendición Urbi et Orbi en la plaza vaticana, demandó una búsqueda responsable de la paz, mediante el diálogo y la reconciliación, para poner fin a los conflictos que aquejan a la humanidad.
“Si cada uno de nosotros, a todos los niveles, en lugar de acusar a los demás, reconociera ante todo sus propias faltas y al mismo tiempo se pusiera en el lugar de quienes sufren, y fuera solidario con los más débiles y oprimidos, entonces el mundo cambiaría”, reafirmó el pontífice.
En tal sentido, “cada uno de nosotros puede y debe hacer lo que le corresponde para rechazar el odio, la violencia y la confrontación, y practicar el diálogo, la paz y la reconciliación”, añadió el papa León XIV en su exhortación navideña.
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