Hasta el 19 de diciembre se registraron ocho mil 847 asesinatos a escala nacional, una cifra inferior a la proyección de 11 mil 944 muertes violentas estimadas para este período”, señaló Dávila en una entrevista radial.
El oficial reconoció que, pese a la reducción frente al escenario previsto, 2025 terminará como el año con mayor número de homicidios, superando los casi siete mil asesinatos reportados en 2024 y las cifras de 2023, hasta entonces considerado el período más violento.
Dávila explicó que desde mayo, cuando asumió el mando de la institución, se implementó una planificación estratégica basada en la coordinación con el alto mando y la cohesión interna, con énfasis en operativos de alto impacto en los territorios más afectados por la criminalidad.
Según datos oficiales, durante 2025 la Policía ejecutó un millón 309 mil 790 operativos en todo el país, que dejaron como resultado más de 70 mil personas detenidas, la incautación de 214 toneladas de droga, el decomiso de 10 mil 360 armas de fuego, la retención de 19 mil 169 vehículos y la recuperación de más de seis mil automotores reportados como robados.
El jefe policial también reconoció problemas internos en la institución y confirmó la destitución de 67 uniformados por actos de corrupción.
“No tengo vergüenza de decir que tenemos policías corruptos (…) No solo en el nivel operativo, también tenemos en el nivel directivo. Hay muchos que desviaron su misión y juramento”, sostuvo.
Durante el año, 18 policías murieron en el cumplimiento de su deber, en medio de una escalada de violencia asociada a disputas entre organizaciones criminales por el control de territorios y economías ilegales, especialmente en provincias de la costa y el sur del país.
De cara a 2026, Dávila indicó que la institución prevé fortalecer su capacidad operativa con la adquisición de vehículos, equipos de comunicación, drones y chalecos, para lo cual se contará con un presupuesto de 140 millones de dólares desde el inicio del año.
Ecuador se consolidó en 2025 como uno de los países con mayor violencia letal de América Latina y el Caribe, pese a la implementación de estados de excepción y estrategias de militarización de las calles.
El Índice de Conflictos y Violencia Política 2025, un informe anual elaborado por la organización Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados, ubicó al país andino en el sexto lugar de los Estados más peligrosos del mundo por la letalidad, el peligro para los civiles, la difusión geográfica y el número de grupos armados.
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