En los días finales del año llama la atención la gran afluencia de la población, sin distinción, a los más de 60 Agro Mercados que ahora ofrecen productos de calidad a precios bajos en el marco de las compras navideñas.
Eso no es por casualidad. Los precios de la canasta básica alimentaria (CBA) incrementaron en la zona urbana, aunque disminuyeron en la rural y el de tortillas.
Mientras el precio de la CBA aumentó en la zona urbana en 2.57 dólares, en la zona rural experimentó una reducción de 4.8 en noviembre pasado, precisó la Onec, algo que no muestra la cara de las carencias cuando estadísticas señalan que un cuarto de la población no celebró nochebuena.
La actualización de noviembre indicó que la canasta alimentaria se ubicó en 253.32 dólares en la zona urbana, el mayor precio desde julio.
No obstante, en el campo se colocó en 185.30, un 2.5 por ciento más barata en relación con los 190.10 reportados en octubre.
Esta comparación de la CBA no refleja el incremento persistente en la mayoría de los mercados y cadenas de ventas como los “Selectos” y “Walmart”, entre otros, que mantienen un alza pese a promociones engañosas.
La propaganda oficial y de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) elogian que la economía de El Salvador crecerá un cuatro por ciento al cierre de 2025, algo aupado por sectores como la construcción.
El último informe del Banco Central de Reserva (BCR) correspondiente al tercer trimestre del año constata que la economía nacional creció un 5.1 por ciento, un impresionante avance respecto al 2.4 del primer trimestre y del 4.1 del segundo trimestre, lo que no se refleja en el bolsillo de muchos salvadoreños.
De acuerdo con el FMI, “la economía se está expandiendo a un ritmo más rápido de lo previsto gracias a una mayor confianza, al récord de las remesas y a una inversión pujante, pero aún no alcanza a las mayorías y a los cerca de 1.5 millones que enfrentan carencias alimentarias.
A eso se suman estadísticas que muestran que para El Salvador a partir de abril de 2026 se prevé que se agoten las reservas agrícolas de los hogares y disminuyan las oportunidades de empleo rural.
Si miramos alimentos básicos en el país, el maíz continúa alrededor de 30 por ciento arriba y el frijol cerca de 20 por ciento, impulsados por menores importaciones y pérdidas del año anterior.
Un ejemplo sencillo sobre la alimentación. El quintal de maíz blanco subió 56.4 por ciento en el nivel nacional, al pasar de un promedio de 19.97 dólares en la segunda semana de enero a 31.24 a finales de septiembre.
De ahí sale la harina para las tortillas, un producto básico en la mesa de los salvadoreños, y dicen que la economía está mejorando.
arc/lb
