Su trayectoria revolucionaria comenzó en la Universidad de La Habana, donde estudió Filosofía y Letras y estableció una duradera amistad con el líder histórico cubano, Fidel Castro.
Junto a él participó en las luchas estudiantiles contra la dictadura y en eventos como las protestas del «Bogotazo» en Colombia en 1948.
Esa militancia lo llevó a la cárcel por sus vínculos con los asaltantes del Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, en 1953.
Tras el triunfo de la Revolución en 1959, desarrolló su principal legado, la fundación y dirección del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
Desde allí, Guevara promovió un movimiento cultural integral que trascendió el cine. Fundó la revista Cine Cubano y el Noticiero Icaic Latinoamericano, dirigido por Santiago Álvarez.
Creó la Cinemateca de Cuba en 1960 e impulsó el excepcional desarrollo del cartel cinematográfico. Además, fue el fundador del Grupo de Experimentación Sonora, semillero de la Nueva Trova Cubana.
Una de sus más preciadas obras fue la creación del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, inaugurado el 3 de diciembre de 1979 y a cuya primera edición se convocaron más de 600 cineastas.
Concebido como una continuación de los festivales de Viña del Mar, Mérida y Caracas, en los que asistieron filmes y cineastas representativos de las tendencias más renovadoras de América Latina, el Festival de La Habana fue la respuesta definitiva al urgente reclamo de un espacio que garantizara el encuentro sistemático entre las cinematografías del continente y sus creadores.
Como expresó su convocatoria fundacional, el Festival se proponía “promover el encuentro regular de los cineastas de América Latina que con su obra enriquecen la cultura artística de nuestros países (…); asegurar la presentación conjunta de los filmes de ficción, documentales, dibujos animados y actualidades (…).
Y contribuir a la difusión y circulación internacional de las principales y más significativas realizaciones de nuestras cinematografías”.
La labor intelectual de Guevara se caracterizó por un profundo pensamiento sobre la identidad cubana.
En sus escritos, reflexionaba sobre la formación de la nación y la importancia de una formación filosófica y política para los artistas, tomando a José Martí como referente esencial.
Por su trayectoria, recibió las más altas distinciones, como la Orden José Martí en Cuba y la Legión de Honor de Francia.
Alfredo Guevara falleció en La Habana el 19 de abril de 2013, dejando un legado fundamental para el cine y la cultura del continente.
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