Una notificación oficial asegura que «para la participación de la población en la ceremonia, la fortaleza abrirá sus puertas a partir de las 23:00 horas».
Este habitual protocolo fue ensayado la noche del 26 de diciembre último, cuando se escucharon las detonaciones en la capital cubana.
La madrugada del 1 de enero de 1959, el entonces presidente de Cuba Fulgencio Batista abandonó el país, conminado por el avance de las fuerzas rebeldes lideradas por Fidel Castro.
En una maniobra de última hora aupada por la embajada de Estados Unidos en esta capital, autoridades intentaron colocar al general Eulogio Cantillo al frente de una junta cívico-militar, para llenar el vacío dejado por Batista, según la historiografía.
Sin embargo, Fidel Castro logra la rendición de la guarnición de Santiago de Cuba e insta al pueblo a una huelga general que, apoyada masivamente por todo el país, aseguró la victoria revolucionaria.
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