El Ministerio para Relaciones Exteriores expresó en un comunicado que este hecho “constituye un acto terrorista de extrema gravedad”, que vulnera abiertamente el derecho internacional y amenaza de forma directa la seguridad regional e internacional.
Afirmó que el uso deliberado de medios de largo alcance contra instalaciones vinculadas a la jefatura de Estado “revela una conducta temeraria y criminal, orientada a sembrar el caos, la intimidación política y la inestabilidad global”.
Venezuela expresó su plena solidaridad con el pueblo y el Gobierno de la Federación de Rusia.
Exigió, asimismo, el cese inmediato de las acciones terroristas que ponen en riesgo la vida de civiles, la seguridad de las naciones y el equilibrio del sistema internacional.
El texto oficial refirmó que el terrorismo, en cualquiera de sus formas y pretextos, no puede ser tolerado ni justificado bajo ninguna circunstancia.
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