La subida del tono de los agricultores, que con las “tractoradas” provocaron ayer el colapso de las principales vías del país ibérico, contrastó con las críticas de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT).
Unai Sordo, líder de CCOO, descalificó las manifestaciones al considerarlas minoritarias y de corte empresarial, una opinión que compartió Pepe Alvarez, máxima figura de la UGT.
No representan a los trabajadores, sino a los empresarios, zanjaron ambos dirigentes.
Sin embargo, las movilizaciones de agricultores españoles en diversas zonas del país crean numerosos bloqueos de carreteras y autopistas, con tractores que impiden la normal circulación de vehículos.
Carecen en la casi totalidad de los casos de permisos de las autoridades de sus respectivas regiones, porque en realidad estaban previstas manifestaciones para este jueves. Pero las tractoradas fueron convocadas a través de redes sociales y grupos de whatsapp.
Se extienden por gran parte de la geografía española y colapsaron por completo el tráfico la víspera, a lo que se suman una espesa niebla hoy desde tempranas horas de la mañana.
Vamos a paralizar España, se jactó en declaraciones a la prensa Manuel Hernández, uno de los dueños de compañías agrícolas que lidera las protestas.
Miles de agricultores rechazan la política agrícola europea, al tiempo que denuncian la precariedad del sector.
Convocados por una federación de sindicatos agrícolas llamada Unión de Uniones y grupos organizados en WhatsApp, los agricultores paralizaron de forma parcial las vías terrestres en España y amenazan con incrementar sus acciones.
Si el campo no produce, la ciudad no come, zanjaron en una de sus consignas, mientras expertos señalan que la crisis actual puede generar una espectacular subida de precios en los alimentos.
La política continental con normas demasiado restrictivas, precios bajos y una competencia considerada desleal por parte de productos extranjeros importados dentro de la Unión Europea (UE), son algunas de las críticas de los manifestantes a su situación actual.
Desde el Gobierno, si bien sus comunicados no contentaron del todo a los agricultores, destacaron que justamente ayer se publicó el listado de los casi 140 mil beneficiarios de una ayuda de 269 millones de euros por la sequía.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendió que es impostergable asegurar que el esfuerzo por una producción alimentaria sostenible ‘pueda ser llevado a la práctica acompañando a los agricultores’.
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